jueves, 16 de agosto de 2012

Cámpora y la JP, por José Pablo Feinmann

"A propósito: para todos los canallas que andan diciendo que el gobierno de Cámpora fue de los montoneros. Que toda la experiencia del ’70 fue de los Montoneros. Vean, cállense la boca. No mientan más. No-mien-tan-más. Estamos hartos de mentiras. La Juventud Peronista fue mucho más que los montoneros. Righi no consultó su discurso con ningún montonero. El lunes 8 de junio los dos tipos que nos reunimos en su despacho de procurador de la Nación teníamos un pasado en la Jotapé, pero nunca estuvimos en Montoneros. No nos gustaban los montoneros. Teníamos serias dudas sobre su conducción. Hoy decimos: “Perdía” y se nos ponen los pelos de punta. ¿Cómo pudieron tantos tipos inteligentes someterse a esa conducción? El gobierno de Cámpora fue un gobierno de la Juventud Peronista, pero no de Montoneros. Ni Cámpora ni Righi ni Juan Manuel Abal Medina ni la mayoría de los otros que lo formaban (Abal no institucionalmente, pero era un brazo fundamental de Cámpora) eran montoneros. Si quieren que les diga algo loco: yo aceptaría decir que fui más camporista que peronista. Y que hoy no reniego de Cámpora y sí del Perón que viene con Isabelita, López Rega, Osinde, Milo de Bogetich, Lastiri y muchos otros más.

En cuanto a Righi, insistamos: el hombre que da ese discurso conmovedoramente humanista formaba parte esencial (era, nada menos, que el ministro del Interior) del gobierno de la Juventud Peronista. Así que jodan un poco menos preguntándose: ¿cómo habría sido un gobierno de los montoneros y el ERP? Nunca pudo haber existido ese gobierno. Jamás podrían haberse apoderado de él. En cambio, sabemos muy bien cómo fue un gobierno de la Juventud Peronista. Fue un gobierno cuyo ministro del Interior dijo:
1) “Es habitual llamar a los policías guardianes del orden. Así seguirá siendo. Pero lo que ha cambiado, profundamente, es el orden que guardan. Y en consecuencia, la forma de hacerlo.”
2) “Un orden injusto, un poder arbitrario impuesto por la violencia, se guarda con la misma violencia que lo originó. Un orden justo, respaldado por la voluntad masiva de la ciudadanía, se guarda con moderación y prudencia, con respeto y sensibilidad humanas.”
3) “Dije que la Policía tendrá nuevas obligaciones y quiero enumerar algunas de ellas. Tendrá la obligación de no reprimir los justos reclamos del pueblo. De respetar a todos sus conciudadanos, en cualquier ocasión y circunstancia. De considerar inocente a todo ciudadano mientras no se demuestre lo contrario. De comportarse con humanidad, inclusive frente al culpable.”
4) “En la Argentina nadie será perseguido por razones políticas. Nadie será sometido a castigos o humillaciones adicionales a la pena que la Justicia le imponga.”
5) “La sociedad debe protegerse del delito, pero será ineficiente si no comienza por comprender que sus raíces no están en la maldad individual sino en la descomposición de un sistema que no ha ofrecido garantías ni oportunidades.”
6) “Las reglas del juego han cambiado. Ningún atropello será consentido. Ninguna vejación a un ser humano quedará sin castigo. El pueblo ya no es el enemigo, sino el gran protagonista.” (...)"


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario