lunes, 3 de septiembre de 2012

Oscar Terán: intelectuales y peronismo

 Oscar Terán es un prestigioso intelectual argentino, de extensa trayectoria y cuya bibliografía es consulta permanente. Profesor de Filosofía de la UBA y de la Universidad Nacional de Quilmes, investigador principal del Conicet, miembro del Club Socialista José Aricó y del consejo editor de la revista Punto de Vista. Aunque confesó alguna vez haber intentado acercarse al peronismo (ver nota Radar junio 2006), su visión sobre este proceso político es muy crítica. Esto se ve claramente en una de sus obras más importantes, "Ideas e intelectuales en la Argentina, 1880-1980". La descripción del gobierno de Perón y el enumeramiento de los "pocos" intelectuales que apoyaron al peronismo en esos años (muchos de los cuales son protagonistas de este blog) hacen que el siguiente texto tenga relevancia para nosotros:

"A escala local, los posicionamientos políticos adquirirán crecientes rasgos de enfrentamiento desde los primeros años de la década del 40. Luego del golpe militar de 1943, esa antinomia innegociable tendrá su expresión en las elecciones de 1946, cuando se libró lo que el coronel Juan Domingo Perón llamó "un partido de campeonato" entre la injusticia y la justicia social. Y en efecto, evaluado en los rendimientos a partir de su victoria electoral, el período se caracterizó por una notable redistribución económica en favor de las clases populares, medida no sólo en el nivel salarial sino asimismo en servicios sociales que cubrieron una amplia gama una amplia gama de beneficios. Ese fenómeno fue acompañado de una caída de la deferencia de los sectores populares hacia las escalas superiores de la sociedad.

Junto con ello, y a través de un liderazgo carismático con rasgos plebiscitarios, el gobierno consensuado por la mayoría no dejó empero de apelar a la coerción, violando las libertades cívicas de los opositores mediante la censura, la obligación de adhesión política de los funcionarios públicos, el control de los medios de difusión y aun el encarcelamiento de opositores. Puede decirse entonces que se efectivizó así un proceso de inclusión de las masas trabajadoras en la vida nacional por vía de un populismo autoritario, y que esos dos rostros del peronismo determinaron una evaluación igualmente antitética del período (que perdura hasta la actualidad), según se lo mire desde el privilegiamiento de la ciudadanía política o de la social.

Y en efecto, el fantasma de "las dos Argentinas" pareció encarnar en el período 1946-1955, ya que, aun contando el oficialismo con un apoyo electoral que en 1954 tocó prácticamente el 63%, se mantuvo una oposición irreductible siempre dispuesta a negar legitimidad al régimen gobernante. Y en rigor, la denegación era mutua: en ese mismo año el presidente Perón declaró que sólo había dos fuerzas políticas en la Argentina, y que ellas eran el pueblo y el antipueblo. De manera que, como ha señalado Buchrucker, existió en este escenario un sistema de preguntas cruzadas: los peronistas se preguntaban cómo proteger a la mayoría de las asechanzas de lo que consideraban el antipueblo, y la oposición, cómo proteger a la minoría del despotismo de la mayoría.

Estos rasgos políticos, tan rápidamente indicados, gravitaron profundamente sobre el ámbito cultural. En principio, porque la mayoría de los intelectuales se encontró de hecho o de derecho -muchos de ellos en continuidad con su militancia antifascista- formando las filas del antiperonismo. Menos son de tal modo los nombres de intelectuales reconocidos que han de encuadrarse en el movimiento gobernante (Marechal, Castelnuovo, Olivari, Carlos Astrada, Manuel Ugarte, Doll, Palacio, Jauretche, Scalabrini Ortiz, Homero Manzi, Enrique S. Discépolo, Gálvez, Delfina Bunge, Hernández Arregui, Fermín Chávez, Cátulo Castillo, Julia Pritzlutzky, César Tiempo, María Granata, Eduardo Astesano, Homero Guglielmini...), así como los de quienes le brindarán su apoyo crítico (Juan José Real, Rodolfo Puiggrós o Jorge Abelardo Ramos). Traducido al terreno de la productividad intelectual, la revista peronista Sexto Continente, dirigida por Alicia Eguren y A. Cascella, resulta ilustrativa, dado que -como señala Mariano Plotkin- no pasará de ser una "mezcla incoherente de nacionalismo, nativismo, catolicismo derechista y elogios al régimen".
En "Ideas en el siglo. Intelectuales y cultura en el siglo XX latinoamericano", Oscar Terán (coord.), Siglo Veintiuno Editores, Bs As, 2004.
 
 

3 comentarios:

  1. Tengo una sencillísima pregunta: ¿cuántos "intelectuales" tuvieron arte y/o parte en "La Nueva Argentina"...!? Sólo oí de Jauretche bajo el laborista de Domingo Mercante ... y fue expulsado de allí .... Heidegger no estuvo tan solo, parece .....

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  3. Jauretche fue expulsado del Banco Pcia. de Bs.As. .... por otorgarle un crédito a un diario opositor ..... cualkier semejanza .......

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